El libro está ambientado en vísperas de la Reforma protestante en Escocia. La novela está llena de cosas sobrenaturales, conflictos teológicos y humor. La acción se centra en el monasterio de Kennaquhair (una alusión a la abadía de Melrose, aún se pueden ver sus ruinas cerca de la antigua residencia de Walter Scott, Abbotsford). El monasterio está a punto de derrumbarse. En este contexto, los dos hermanos se enfrentan a un nuevo orden social y religioso.